sábado, 3 de septiembre de 2011

“En el calor de la pelea, y tratándose de matar enemigos, yo era insensible hasta en mis propias heridas; pero concluida, y reflexionando a sangre fría la falta de unos de mis valientes y el padecer de otros, no dejaba de afectar mi sensibilidad, y aun me lamentaba de los padecimientos de mis contrarios, arrastrados a un fin tan lastimoso por la desdichada ambición de su emperador.”

Memorias de un guerrillero (1808-1814)
Francisco Espoz y Mina

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